Nadie puede tomar el lugar del padre en la vida de su hijo. Ser papá es un reto para nosotros, edifica nuestras fortalezas, expone nuestras debilidades y si lo permitimos nos ayuda a crecer en nuestro caminar con Cristo. Los hombres retratados en este libro son vitales, reales y vistosos. Tienen la misma clase de virtudes y equivocaciones que encontramos en nosotros. Mientras leemos sobre ellos seremos inspirados por sus éxitos, desadiados por sus fracasos y sorprendidios por la fresca idea que traen a tu propio llamado como papá.